sep. 04 2025
Prensa CBPC
Santo Domingo, RD (Nelson de la Rosa, Prensa CBPC).– El béisbol tiene sus dramas silenciosos, y uno de los más temidos tiene que ver con las lesiones de larga duración. Entre ellas, pocas generan tanta preocupación como la ruptura del ligamento cruzado anterior (LCA), la misma que sufrió esta semana el cubano Lourdes Gurriel Jr., jardinero de los Diamondbacks de Arizona, y que lo mantendrá fuera de acción por varios meses.
“Yunito”, como se le conoce en su entorno más cercano, y quien representó a Cuba en la Serie del Caribe Santo Domingo 2016, se lesionó en la sexta entrada del partido frente a los Texas Rangers, cuando intentó saltar para esquivar al jardinero central Blaze Alexander, quien atrapó una línea de Rowdy Téllez para el tercer out del inning.
Ahora bien, ¿en qué consiste esta lesión, que no es muy común entre peloteros? El reconocido especialista colombiano Dr. Germán Ochoa, experto en rodilla y en medicina deportiva, explica que la ruptura del LCA se produce cuando la estructura falla tras un trauma axial o rotacional. “La mayor frecuencia es cuando el jugador cae de un salto sobre los talones, en lugar de hacerlo sobre la punta de los pies, o cuando va a girar y los tacos de los zapatos quedan clavados en el césped. Ese giro forzado es el que genera la ruptura”, detalla.
En cuanto al tiempo de recuperación, el Dr. Ochoa advierte que nunca debe ser menor a 10 meses. “Si se utiliza un injerto, ya sea propio o de donante, el tiempo necesario para que se convierta en un verdadero ligamento no será antes de 10 meses”, puntualiza.
El caso de Gurriel Jr. recuerda lo que vivió en su momento otra luminaria de las Grandes Ligas, Ronald Acuña Jr., y se suma a una lista de figuras de distintas disciplinas que han caído por la misma causa en el último año, entre ellas Kyrie Irving (NBA) y los futbolistas Rodri Hernández (Manchester City), Éder Militão y Dani Carvajal (Real Madrid).
Los especialistas señalan que el deporte de mayor riesgo de sufrir esta lesión es el esquí alpino, donde el LCA representa hasta el 40 % de los casos. En el fútbol, el fútbol americano y el baloncesto, el porcentaje ronda el 25 %. En cambio, en el béisbol, la incidencia es mucho menor, apenas un 2 %, siendo mucho más frecuentes las lesiones de hombro y codo.
De momento, el menor de los hijos de Lourdes Gurriel seguirá un largo y exigente proceso de recuperación, con la esperanza de volver a los terrenos y dejar atrás esta “plaga silenciosa” que tantas carreras ha puesto en pausa.
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