dic. 01 2025
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Águilas Cibaeñas retiran el número 50 de Julián Tavárez, Miembro del Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe

SANTIAGO (Nelson De La Rosa, Prensa CBPC).— Las Águilas Cibaeñas honraron la trayectoria de Julián Tavárez, Miembro del Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe (SDC), al retirar oficialmente el número 50, dorsal que marcó su época dorada con la franquicia. La ceremonia, realizada la tarde-noche del sábado en un Estadio Cibao completamente lleno, refrendó el legado de uno de los lanzadores más completos que ha vestido la franela aguilucha.

El homenaje incluyó la entrega de una camiseta enmarcada y placa conmemorativa por parte de Víctor García Sued, presidente del Consejo Directivo del club, y la develación del número 50 en la galería de inmortales, aplaudido por la afición que acudió en masa para reconocer su carrera.

Reconocido en toda la región como pieza clave en la historia aguilucha y del Caribe, Tavárez dejó una huella indeleble, sobre todo en la Serie del Caribe, donde fue cinco veces campeón, registró récord de 5–2, efectividad de 3.75 y un WHIP histórico de 1.35, y fue seleccionado dos veces al Equipo Todos Estrellas (1994 y 1998). 

En la liga dominicana, en serie regular sumó marca de 15–14, efectividad de 3.62 y 248 ponches en 263 entradas en 77 partidos (49 como abridor). En postemporadas, acumuló récord de 21–11 con efectividad de 2.97, contribuyendo a nueve coronas nacionales. Su debut en la temporada 1992–93 fue brillante: cerró con marca perfecta de 7–0 entre serie regular, Round Robin y final.

Además de su impacto en el béisbol caribeño, Tavárez llevó su talento al más alto nivel mundial, incursionando en las mayores con una carrera respetable en Grandes Ligas. Esa experiencia internacional complementa su perfil como un lanzador versátil, con recorrido tanto en el escenario dominicano como en ligas extranjeras, lo que le otorga una visión amplia del béisbol profesional.

Al cierre de la ceremonia, Tavárez fue invitado a realizar el lanzamiento de honor —un gesto simbólico de reconocimiento— y recibió una ovación de pie de los fanáticos aguiluchos, que celebraron no solo su trayectoria, sino la huella de grandeza que deja en el béisbol del Caribe.

Con el retiro del número 50, Águilas Cibaeñas no solo rinde tributo a una leyenda del club, sino a un pelotero cuya carrera —en el país y en el extranjero— ejemplifica entrega, consistencia y dominio desde el montículo.

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